Asi era la "fuente del obispo" a la que de niño tantas veces iba a beber de su abundante agua fresca y cristalina.Estaba muy cerca de la escuela del Souto Grande y en los recreos allí ibamos corriendo a beber o a llenar los calderos para luego hacer la leche en polvo que los americanos mandaron a Franco y que nos reopartian a los niños en los recreos en los años 50.
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